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viernes, 11 de julio de 2008

LAS CARTAS DE FRANZ KAFKA


Cuando leí a Kafka, dije, esto es sorprendente, si todo esto se puede hacer en literatura”, éstas fueron las declaraciones de Gabriel García Márquez, luego de terminar de leer: “La metamorfosis”, de esta idea, nació lo que fue luego, el realismo mágico, y surgió también la obra fundamental de aquella corriente latinoamericana: Cien años de soledad. Aunque luego el propio García Márquez dijera alguna vez, si le pidieran cuál de sus obras cree que ha podido lograr una mayor satisfacción en cuanto a su calidad literaria, éste contesto que, para él sería: El amor en los tiempos del cólera.

Franz Kafka, fue un escritor judío, que en éste año se ha cumplido el 125 aniversario de su nacimiento. Y como es de costumbre, siempre en para éstas fechas memorables, salen a la luz algunas novedades, ya sea sobre sus obras o sobre su vida. Por estas días, hay todo un lío sobre algunos documentos de éste escritor judío que se encuentran en una casa con jardín en el centro de Tel Aviv, capital de Israel, muy cerca de la Av. Ben Gurion, porque aseguran que en esa casa se esconden escritos, postales, dibujos y cartas de Kafka.

La historia empezó en 1924 con la muerte del escritor. Es decir, un poco antes, cuando éste entregó a su amigo, Max Brod, su herencia, gran parte desconocida, y una consigna: “quemar todos los documentos”, pero éste amigo Brod no le hizo caso hasta que los nazis invadieron Checoslovaquia y, como muchos judíos, se lanzó al sueño sionista llegando a Palestina bajo mandato británico.

Brod cargo en sus maletas los manuscritos que dieron a Kafka la fama mundial. Los originales de El Castillo, La metamorfosis y América pasaron a manos estatales pero Brod se guardó la mayoría de documentos.

Tras la muerte de su esposa, Brod se hizo de su secretaria, una mujer casada; Esther Hoffe. Ésta se convierte en la clave del entramado kafkiano, ya que cuando Bord muere en el 68 se hace con toda la herencia. Desde entonces hasta que fallece, en 2007, Hoffe guarda escrupulosamente el material escrito que, de publicarse, podría acercarnos más a la trayectoria profesional y personal de Kafka.

Cada vez que alguien se acercaba al domicilio, Hoffe rechazaba a los visitantes., ésta mujer guardo la herencia del escritor, pero también supo sacar tajada. Vendió en una subasta en Londres (y por dos millones de dólares) el original del El proceso.

En 1974, la policía arrestó a Hoffe en el aeropuerto de Ben Gurion. En su bolso de mano, y para subastar en Europa, encontraron cartas personales y el diario de viaje de Kafka. Una detención que obligó a Hoffe revelar todo el material del autor, ocultando lo más destacado.

Ajenos a estas aventuras, sus vecinos se quejaron ante el ayuntamiento de Tel Aviv por los “desagradables olores de su casa”. Los inspectores entraron y en lugar de novelas encontraron 10 gatos y perros.

Hoffe falleció a los 101 años, dejando los papeles a sus hijas, Ruth y Java. “Consiguió guardar varias cartas en cajas de bancos, pero hay mucho material que rescatar. Es muy importante para el pueblo judío”, explica un investigador israelí. Java, de 74 años, sigue viviendo en esa casa, sin tantos gatos y perros pero con un tesoro literario que reclaman Israel, Alemania y decenas de expertos y coleccionistas… y seguramente entre ellos… (Digo yo) el gran García Márquez.

Datos recogidos del diario EL MUNDO. Con fecha : 10 / 07 / 2008.

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