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viernes, 25 de julio de 2008

EL AÑO DEL RETORNO


No sé si me fui o no sé si me habré ido… o tal vez simplemente me ausculte por los lugares silenciosos de las calles vespertinas… no sé si retornaré o quizá vuelva… qué palabra será exacta, para alguien que no estuvo aquí o para el que jamás se fue… 2008 año que retumba en los latidos de mi hipertenso corazón, suena tan fuerte que mis oídos se silencian…

Pero la verdad, no sé si debo volver porque siento que jamás me fui, estuve con ella siempre, mi habitación de blanco color, siempre guardaba la sensación de que estuviera ahí, enfrente del mar, oyendo los ladridos del perro de casa u oyendo el grito del tamalero Quispe, que venía de los altos del barrio ofertando su mejor producto o escuchando en un atardecer temprano la pequeña corneta del panadero… no sé… siempre estos sonidos, esos ladridos, esas vocecillas estuvieron en mis oídos… como para no olvidar la nota diaria de mi barrio. Así que... No sé si volveré porque siento que jamás me fui… yo conviví en el día a día, con la imagen de mi tierra... jamás me hice la idea que estaba fuera de ella… siempre estuve pendiente de sus cariños… de sus atardeceres, de su monotonía y de sus amaneceres… No sé si me fui o no sé si me habré ido… o quizá nunca me fuí...

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