El 7 de abril, se escribió un hermoso pasaje en la historia de mis sueños, y aunque muchos me llamen loco o tonto por seguir ese sueño, definitivamente he comprendido que ésta locura, ésta esquizofrenia no tiene cura en mí.
Siempre he creído que no es necesario ostentar un cargo para aportar de manera extraordinaria, en el engrandecimiento de tu pueblo o de tu país o que, no solamente es asunto de autoridades, gestionar cualquier beneficio que redunde en la población o en tus vecinos. Tú también lo puedes hacer, porque todos tenemos ese espíritu emprendedor que nos impulsa a trajinar montañas y llanos. Dios no nos hizo débiles, nos entregó los caminos, los sueños, las alboradas, también las noches, la oscuridad, pero nos dio su luz y su aliento.
El mundo se me hizo pequeño, porque Dios y la vida me mostraban, que aunque estés en el confín de la tierra parado con tus sueños, rodeado de silencio, de montañas áridas, con el sol calcinando tu piel, el “Yo Soy” gestionará por ti y todo desierto se convertirá en una naturaleza viva, con ríos, arboledas, pájaros trinando a tu alrededor, porque tú no estás solo, nunca estarás solo.
También he comprendido si nuestros sueños son grandes, es porque nuestra capacidad de lograrlos, son grandes también.
Habíamos conversado con Ministros, Congresistas, Embajadas, Alcaldes, amigos y todo se teñía de negro, el blanco era lo más lejos que se veía, pero ayer, justo ayer, 7 de abril de 2022, se abrieron las puertas de los cielos, corazones que entienden que mis sueños son necesarios y útiles para ser cumplidos, extendieron su mano y me preguntaron: ¿En qué podemos apoyarte? Emocionado desde lo más profundo de mí ser, solo atiné a decirles, desearía que me lleven una tonelada de libros a Perú vía barco, y entre conversa y conversa me dijeron, no solo será una tonelada, trataremos de llevar un conteiner de libros todo pagado por nuestros aliados estratégicos, y desde la biblioteca de nuestra fundación te daremos también más libros, tú escogerás los libros que son necesarios para un lector peruano o para tu proyecto.
Gracias ESPAÑA, por admirar y apoyar lo que hemos hecho y seguiremos haciéndolo.
Valió la pena obrar: rescatarlos, llevarlos a casa, apilar libros sobre libros, también comprar libros nuevos, de segunda, recibir donaciones, a todo esto, solo debo decir: “Tú siempre estás conmigo, por eso supe que obrarías, gracias Dios siempre”.
Mis libros, ya tienen su viaje asegurado a su destino final: Huarmey.
Foto: Reunidos con el Presidente de la fundación y bibliotecarias españolas, coordinando sobre al apoyo de parte de la fundación. La foto nos la hizo la bibliotecaria de la fundación.
1 comentario:
Me parece una idea fantástica digna de todo el apoyo.
Ánimo y adelante con ese sueño...!
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