Registramos (escribimos el título y su autor) los libros y enumeramos las cajas, para saber cuántos van en cada caja y luego lo embalamos en cajas de cartón, a espera con fe y paciencia, para que viajen a Huarmey - Perú desde Zaragoza - España.
viernes, 13 de mayo de 2022
REGISTRANDO Y EMBALANDO LIBROS PARA SU VIAJE A HUARMEY - PERÚ
LIBROS DEL PROYECTO FUTURA YA TIENEN SU VIAJE ASEGURADO: SUEÑO CUMPLIDO.
¡OH SORPRESA!
EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA DE LA BIBLIOMOTO PERUANA EN ESPAÑA
El Proyecto Futura alista exposición de fotografías sobre trabajo realizado de voluntariado con la Bibliomoto en la ciudad de Huarmey – Ancash – Perú.
TRABAJO ARDUO, PERO APASIONADO.
Luis Alegre, el padre del escudo huarmeyano, consideró introducir dentro del diseño del escudo un libro sostenido por una mano, y justo está al centro de todo, como quien dice, el eje central de una esperanza de desarrollo cultural y educativo.
sábado, 23 de abril de 2022
PROYECTO FUTURA, RESCATANDO LIBROS PARA PROYECTO BIBLIOMOTO
RESCATAR LIBROS, ES RESCATAR MUCHAS VIDAS
No tengo la capacidad económica para comprar todos los libros que quisiera leer o tenerlos simplemente. El tiempo de vida que llevo trajinando por éste pasaje de desconsuelo y bendiciones, han existido circunstancias o momentos inesperados que me han caído como anillo al dedo, como maná del cielo y las he sabido aprovechar meticulosamente porque es la vida que me está diciendo, “no tienes, yo te doy”.
Una de esas circunstancias es haber conocido el rastro de la ciudad de Zaragoza, que difiere mucho del rastro de Madrid, que también la he visitado muchas veces, durante mis años de residencia en esa ciudad antigua y moderna a la vez, pero no me dio lo que el rastro de Zaragoza me está dando.
El rastro de Zaragoza, es un mercadillo algo así como una feria popular que hay en las provincias del Perú, una vez por semana, pero aquí se realizan domingos y miércoles, los domingos son más especiales, porque están los que no están los miércoles; el rastro de Zaragoza, se divide en dos áreas, la primera, venden ropas, zapatos y todo tipo de prenda de vestir y/o usar, pasando por perfumes, almohadas, frazadas, correas, etc. Y todo son nuevos; la segunda, los que venden cosas usadas, mayormente recogidos de los contenedores de basura o que dejan junto a él. Venden de todo, incluso llegué a ver una vez, un cinturón de castidad, una máquina expendedora de combustible, de esas que hay en los grifos de Perú. Son éstos, los de segunda mano, que no están los miércoles.
En el rastro de Zaragoza he llegado a encontrar una mina de libros, nuevos y usados, antiguos y actuales, que al cierre de ésta feria, alrededor de las 13 horas y media, los mercaderes empiezan a recoger sus productos, algunos son guardados, otros son desechados, abandonados en el asfalto o tirados en los contendedores de basura, entre esos desechados y abandonados, están los libros, es ahí cuando entro en escena, para rescatar los libros que son abandonados en el asfalto, en cajas o desparramados en el suelo o tirados en los cubos de basura, donde hay que hurgar entre otros enseres no vendidos y que son inútiles para el mercader que lo trajo a vender al rastro.
Rescatar libros que serán triturados por el olvido y la muerte atroz en el vertedero zaragozano, es más que una acción solidaria, es salvar muchas vidas, muchas historias, hidalgos pensamientos, la cavidad más profunda del hombre, en realidad estamos evitando “no una, sino muchas muertes”, haciendo alusión a la única novela del escritor peruano Enrique Congrains Martín.
Salvar libros de la descabellada manía del hombre de tirarlos como si fuera cosa inútil, es la mejor complacencia que me irrogo en mi condición de humano, porque por más antiguo que sea un libro, en sus páginas hierve el pensamiento de un hombre, ya lo decía un texto periodístico sobre los clásicos, “lo más moderno es lo arcaico”.
Un libro
tiene vida y verlo tirado en el asfalto, en la basura, es ahogar en las
entrañas de la ignorancia a quien un día despertó la conciencia de quien se
complació con su lectura, es quizá, la muerte de un buen amigo, de un compañero
de muchas soledades, de alguien que te sacó de la ignominiosa acción de los
dominantes, que nos quieren ver sumisos, sin acción ni reacción, ignorados e
ignorantes; un libro cambia nuestras vidas, nuestro pensamiento, nuestras
acciones y no es justo, que no sean rescatados, salvados, porque la vida que
tuvo en la mano de su lector, la volverá a tener, cuando esos libros rescatados
lleguen a su destino final, a la biblioteca del nuevo mundo como el de Hernando
Colón, es decir, a Huarmey, la provincia que me vio nacer, donde regentamos un
proyecto de lectura, con nuestra Bibliomoto, porque recordemos, por un libro
seremos juzgados.